Rodeado de tranquilas playas doradas, bosques exuberantes y senderos costeros dramáticos, Auckland es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Los 48 cronos volcánicos que salpican la zona circundante ofrecen impresionantes vistas parnorámicas de la ciudad y el puerto. La ciudad más grande de Nueva Zelanda es también un paraíso para los compradores que ofrece todo, desde los mejores diseñadores hasta los mercados locales al aire libre. Aprenda sobre la cultura indígena maorí y lleve a casa algunas piezas de arte nativo o joyas. Las lanas finas, producidas localmente también son un excelente regalo.